CAP: 1º.
La mañana fue de lo más agotadora. Había recorrido la Gran Vía unas cuarenta veces a treinta grados a la sombra en busca del vestido perfecto para la Señora Davis, por fin a eso de las tres de la tarde cumplimos con el objetivo.
- Sabía que podía confiar en ti, Sara . Tienes un gusto exquisito .
- Gracias, Señora Davis. Sin duda alguna el rosa palo es su color.
- Por cierto. ¿ Vas a venir a la presentación ?.
Pasar el domingo por la tarde en una galería de arte rodeada de una pandilla de cincuentones adinerados no era para nada de mi agrado.
- Sabes que nada me apetecería más en este mundo pero tengo reunión familiar y me es imposible librarme de ella.
- Tranquila. A mi tampoco me apetece ir pero ya sabes como se pone Artur, con estas cosas.
Si por algo destacaba Davis, era por su sinceridad . Artur, su tercer marido, era el director de una prestigiosa galería de arte.
- De todos modos piénsatelo y si quieres puedes traer compañía.
- Gracias, pero estará complicado.
Por suerte, el resto de la tarde pasó mucho más deprisa de lo que me esperaba. Había quedado con Susana a eso de las ocho en nuestro rincón preferido de Madrid, El Manhattan, un bar que destacaba por su carta de cócteles y su moderna decoración. Cuando llegué, Su, como yo la llamaba cariñosamente, tenía un Blue Paradise, sobre la mesa.
- Hola peque, ¿ Llevas mucho esperando ?.- Dije mientras hacía señas al camarero, para que me atendiera.
- Diez minutos como siempre...
- Lo siento. Es que con este calor me cuesta funcionar.
- ¿ Qué tal la semana ?-
- Agotadora . ¿ Y la tuya ?.
- Bueno, sin grandes novedades. Tengo que escribir una columna sobre las últimas tendencias de moda. podrías ayudarme...
- Eso está hecho.
- Déjame adivinar.- Dijo el camarero según se acercó a la mesa.- Un Pantera Rosa sin nata, ¿ Verdad ?.
- ¡Vaya !, ¿ Cómo lo has adivinado ?.
- Porque llevas un año viniendo y es lo que pides todos los viernes.
- Pues entonces no rompamos tradiciones.- Contesté con la mejor de mis sonrisas.
Cuando el camarero se marchó no pude evitar realizar la más que evidente pregunta a mi gran amiga.
- ¿ Tan predecible soy ?.
- Un poco.
- ¿ En serio ?.
- Si. Bueno, a veces. Verás Sara, no te lo tomes a mal pero eres un poquito maniática.
- Eso no es verdad.
- ¿ Quieres que te lo demuestre ?.
- Sorpréndeme.
- Hoy, nada más llegar a tu casa pedirás una pizza de queso con jamón y sin cebolla y esto último se lo repetirás cuatro veces al de la pizzería. Después, llamarás a tu madre, te desmaquillarás y pondrás el pijama para terminar viendo alguna película tipo " El diario de Bridget Jones ". ¿ La he sorprendido Señorita Vaneda ?.
El silencio, un tanto bochornoso , respondió por mi.
- Tranquila. No pasa nada. Yo también tengo mis rarezas. No puedo evitar morder la tapa de los bolígrafos siempre que mi jefa pasa por mi lado. Me pregunto por que será...
Los intentos de Susana, para que no me sintiera mal, eran más que loables. De camino a casa mientras conducía, mi cabeza no hacía más que dar vueltas al asunto. ¿ Cómo podía ser tan básica ?. Para desconectar, puse la radio. Gracias a Dios, sonaba una de mis canciones preferidas " Moves like Jagger " de " Maroon5 ". El tarareo hizo que me olvidase de todo por completo.
Ya en mi apartamento, decidí romper mi " rutina ", arriesgarme, hacer algo loco e imprebisible así que en vez de pedir mi pizza de queso y jamón, me decanté por una de pepperoni y ajo pero eso si, sin nada de cebolla. Sin duda, me apetecía compartir mi noche con Bridget, por lo que saqué de mi armario " Bridget Jones sobreviviré ". En treinta minutos, tenía sobre mi mesa una rica pizza sólo para mi. Al principio me preocupó un poco lo que el ajo podría hacer en mi organismo ya que no lo digería bien y la halitosis que me produciría mataría a más de un vampiro sediento pero como no esperaba visita, eso no sería un problema. Me tumbé en mi cheslong y pensé " esto si que es vida ", me incliné ligeramente, sin hacer muchos esfuerzos, hasta alcanzar el mando de la televisión y dar al play. Llevaría treinta minutos de película cuando las voces de dos hombres que discutían en la calle rompió mi tranquilidad. Me asomé a la ventana para ver lo que ocurría pero al parecer no fui la única curiosa del edificio. Paquita, mi vecina de arriba , y sin duda la mujer más cotilla de Madrid, también sacó su cabecita plagada de rulos por el balcón , para enterarse de lo ocurrido, con tal fatalidad que golpeó uno de los múltiples tiestos que adornaban su ventana cayendo gran parte de la tierra húmeda sobre mi cabeza.
- Perdona cielo. ¿ Estás bien ?, ¡¡ Cuánto lo siento !!.- Gritó.
- Si, no se preocupe.- Dije, mientras metía mi cabeza, que más bien parecía una maceta, en mi casa.
Será bruja la muy cotilla, pensé mientras me sacudía la camiseta.
El timbre de la puerta sonó.
-Genial.- Pensé,- Ahora ha bajado con la excusa perfecta para cotillearme la casa.-Ya le he dicho que estoy bien. - Refunfuñé, mientras abría la puerta.
Pero no era ella. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Apenas podía pronunciar palabra. Tenía un aliento a ajo que mareaba hasta el más fuerte, mi pelo parecía una pocilga y mi ropa daba asco sólo con mirarla. Y ahí estaba el. Como si no hubiera pasado el tiempo, con su sonrisa inmaculada digna de un anuncio de dentífricos.
- Hola Sara. ¿ Cuánto tiempo ?.
Y tenía razón. Dos años habían pasado desde nuestra despedida. 730 días dedicados a olvidarle, ha rehacer mi vida y a disfrutar de ella de una manera que nunca antes había hecho. Y le tenía ahí delante, clavándome sus oscuros ojos negros deseando que yo dijera algo. Es curioso como en un segundo todo tu mundo puede derrumbarse. Esa mañana mi mayor preocupación era acertar con el vestido de la Señora Davis, pero ahora mi mayor temor, era que mi mundo volviera a derrumbarse. Por cierto, aun no me he presentado. Me llamo Sara vaneda, y esta noche mi vida acaba de dar un giro de 180 grados.
Liss Cope
ResponderEliminarHola te felicito por tu blog! Tienes twitter o bloglovin para seguirte?
Un beso <3
hola!
EliminarMuchas gracias. Me alegra que te guste. Dentro de poco subiré el segundo capítulo. Aún no tengo twitter, aunque estoy pensando en hacer uno.
Un saludo.